Nerviosa derperté, pues era la primera vez que estaría en una cocina con tan célebre Chef, sin embargo, mis ansias y mi interés por vivir esa experiencia me acompañaron camino al Instituto Culinario de Caracas, el lugar que quedó grabado en mí como el mejor de todos.
Ya unas diez personas se encontraban ahí en el momento de mi llegada, así que callada tomé asiento cerca de la barra que marcaba la división entre el maestro y nosotros, los oyentes. A los pocos minutos, mientras buscaba mis recetas, escuché tras de mi esa voz que desde mi llegada deseaba escuchar, la de Sumito, nos decía "hola muchachos" y segundos más tarde "¿por qué tanta seriedad si lo que vamos es beber champaña todo el día?" y acompañadas de un eco de risas estas palabras iniciaron, sin duda alguna, mi mejor Domingo.
María Elisa Romer -directora del Instituto- hizo la presentación del Chef Sumito Estévez, y éste colocó en sus manos su aro de matrimonio diciendole "mi matrimonio depende de ti". Sin preámbulos comenzó a contar anécdotas de su interesante historia en el mundo de la cocina y para romper el hielo refirió su primer tema a los vinos utilizados para cocinar, dado a que esto puede variar por miles de razones, nos dijo: "si entra en la boca y no te duele en el bolsillo...¡ÚSALO!" definitivamente una valiosa frase.
Y así, sin más, comenzó a recrear cada una de las recetas que formaban parte del repertorio de este extraño Domingo, en donde la champaña era la protagonista y nos acompañó desde el inicio de las preparaciones. Los minutos transcurrían y Sumito nos regalaba conocimiento, experiencias, secretos y mencionaba importantes problemas sociales como: la falta de conciencia de las personas que no lavan sus manos constantemente y el casi incontrolable desperdicio de la comida, sobretodo en los restaurantes, - en este punto se puso como ejemplo de esto con una reflexión que hizo un día al ver mucha "basura" verde en su cocina y decidió interrumpir el futuro paradero de ésta dandole por primera vez un uso que resultó en "una sopa maravillosa, hecha con basura"- además hablaba de lo interesante de recordar momentos, hasta de la infancia, a través de la memoria gustativa de cada uno; de cómo somos capaces de transportarnos a un momento del pasado sólo con degustar algún alimento que nos hayan inculcado y que hayamos aprendido a querer.
Nos incentivó a colocar nuestra Cocina Venezolana en lo más alto, con orgullo, sin pena de incluir en el menú de un restaurante, por ejemplo: Camarones con salsa rosada, "¿qué tiene eso de malo? es riquísimo" pero la costumbre y la cultura que se ha traído de otros países con el pasar de los años, nos ha llevado a una tonta necesidad de excluir o esconder lo verdaderamente valioso de nuestra gastronomía. Definitivamente tenemos con qué demostrarle al mundo entero que nuestra cocina es espectacular en todos los sentidos.
Les presento las maravillosas creaciones de Sumito:
Entrada: Ensalada de jamón curado con champaña |
Primer plato: Farfalle con salsa de champaña y portobello |
Pollo asado con salsa de champaña en pleno proceso de cocción |
Y una vez terminado el curso de Cocina con Champaña, Sumito nos invitó al área exterior de la escuela diciendo: "el curso ha terminado, ahora están entrando a un restaurante" en donde nos deleitamos con cada preparación hecha por los alumnos del ICC (Caracas) y degustamos exquisitos vinos de Maison Blanche.
Entrada: Ensalada de jamón curado con champaña
El papelón me fascina, el jengibre me encanta, la piña es una de mis frutas preferidas. Tener un poco de cada uno de estos elementos en un solo plato es UNA DELICIA.
Primer Plato: Farfalle con salsa de champaña y portobello
Una de las cosas que mas me gusta en la cocina es la salsa bechamel, la he preparado incontables veces y en diferentes versiones, pero como ésta NUNCA y debo admitir que quedé maravillada con tanto sabor.
Segundo Plato: Pollo asado con salsa de champaña
Sabores maravillosos presentes en un solo plato. Y aunque el muslo no es mi parte preferida del pollo, no había forma de dejarlo ahí, con esa cantidad de gusto y aroma.
Postre: Mundo al revés
Debo confesar que el postre despertó en mi mucha curiosidad desde que lo leí en la receta, pero después de probarlo puedo decir que es uno de los mejores que he comido. Su nombre lo describe perfectamente, ya que se trata de una ensalada capresa, con todos sus ingredientes modificados para llegar a una deliciosa creación
Finalmente, Maria Elisa Romer, entregó a cada uno un bello certificado de asistencia, en donde quedaron plasmadas las 4 horas más valiosas de mi inolvidable Domingo 10 de Julio de 2011.
Volveré a ver a Sumito en poco tiempo y esta vez estaré con un gorro de chef y un delantal , cuando dicte la clase del curso de verano "Nueve maneras de ver y hacer la cocina". ¡Lo espero ansiosa!